Cada noche, una parte de mí,
reza desesperadamente
para encontrarte de nuevo en mis sueños,
al menos, en lo que queda de mis telarañas.
Pero amargamente,
el resultado siempre es el mismo.
No hay más que solo oscurana
al cerrar los ojos.
No queda más que miedo derramado
en el fondo del alma
por no volverte a ver.