No soy muy hábil
para enamorarte con mis palabras andantes, Míriam.
Hoy prefiero depositar en tus palmas
estas fresas de Poás que sabrán endulzar mejor
las nacientes que brotan de las lomas alegres de tu corazón.
No soy muy hábil
para enamorarte con mis palabras andantes, Míriam.
Hoy prefiero depositar en tus palmas
estas fresas de Poás que sabrán endulzar mejor
las nacientes que brotan de las lomas alegres de tu corazón.