La floración de un desamor

Hace un año perdí el amor de una gran mujer, persona a la que admiraré sin cansancio. Me alegro saber, que aquel mismo amor vencido, hoy ha transmutado en mí magistralmente en palabras de fuego a la persona triste, en un poderoso abrazo al deprimido, en un bocado de alimento que comparto al desesperanzado, en un empuje eléctrico para levantar al caído, en oportunidades que deposito a quien anhela brotar sin ataduras, o en una búsqueda insaciable por construir desde mi empleo una mejor patria para estas y próximas generaciones.

No sé si me equivoco al confiarles este pensamiento, pero siento tan poético ver aquel amor que extraño mucho y quedó atrás, alzarse en alas y provocar tantas revoluciones en tantos corazones que he conocido.

Gracias a vos, querida, porque sos semilla digna que transformaste mi alma. Gracias Universo, por permitirme labrar una buena milpa donde quepan todas y todos.