Escribo para volver a escuchar el murmullo que guardan las calles y avenidas, mientras mis pisadas son mis únicos acompañantes en plena travesía solitaria.
Me conformo con escribir, para así dejar hablar las fotografías amontonadas en mi memoria, y enciendan todas juntas una fogata en medio del alma para calentar esta y otras vidas en plena expansión.
Soy de lanzar palabras encadenadas al vacío, para así sentir nuevamente mis emociones escurrir por el caudal de mi mano, y convertirme una vez más, en uno de esos vientos dulces que alzan vuelo sin rumbo para divulgar una nueva magia de amar humanos sin adunas ni fronteras.